Este último mes ha puesto sobre la mesa nuevos factores de inestabilidad en la coyuntura económica que, si bien no han modificado substancialmente las expectativas de crecimiento, han incrementado los riesgos de potenciales impactos negativos.

La quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank y el rescate de First Republic en Estados Unidos, seguidos del rescate del Credit Suisse y las dudas sobre la posición de liquidez de Deutsche Bank han evidenciado el impacto de la subida de tipos en aquellas entidades que no han hecho una cobertura adecuada del riesgo acumulado en renta fija en los últimos años.

A pesar de la rápida reacción de los bancos centrales por devolver tranquilidad a los mercados, persisten las dudas sobre el número de entidades que podrían llegar a quedar afectadas en un escenario de tipos de interés elevados (particularmente en USA, con una regulación más laxa). Los Bancos Centrales afrontan el dilema de subir tipos (controlar de inflación), o mantener los actuales para evitar crisis de liquidez en otras entidades financieras.

En España, la reforma de las pensiones plantea una doble preocupación, con un fuerte incremento del déficit de la Seguridad Social en los próximos años (según estimaciones de AiRef, Banco de España y Fedea), y el impacto en el crecimiento y el empleo que puede tener la subida de las cotizaciones a empresas y trabajadores (destacado por las principales organizaciones empresariales).

En este contexto de mayor incertidumbre, ha aportado algo de luz el último dato de tasa de variación anual del IPC en España, que en marzo de 2023 ha sido del 3,3% (aunque la inflación subyacente, en cambio, se mantiene elevada, en el 7,5%). Las dudas sobre los datos del empleo han tenido un nuevo episodio por la divergencia en el dato de desempleo publicado por Eurostat, que difiere del INE.

 

Informe de Coyuntura ABRIL 23 V1