Las enseñanzas regladas de niveles no universitarios recibieron, en la C.A. de Euskadi, un total de 405.460 matrículas en el curso 2022/23, un 0,6 % menos que en el curso anterior, según datos elaborados por Eustat.

Tanto la Educación Infantil como la Primaria mantuvieron la tendencia descendente de los últimos años y redujeron su alumnado en un 3,4 % y un 1,4 %, respectivamente, en comparación con el curso 2021/22. Por el contrario, la Educación Secundaria Obligatoria contó con casi 1.800 estudiantes más, que contribuyeron al aumento progresivo que ha registrado la ESO durante los últimos años y que ha supuesto un incremento de 20.000 alumnos y alumnas desde el curso 2007/08.

Todas las Enseñanzas de Régimen Especial registraron un repunte de su alumnado, a excepción de las Enseñanzas Deportivas, que perdieron más de 300 matrículas. Esto significó, en términos relativos, un descenso del 28 % respecto al curso anterior.

En cuanto a la naturaleza del centro de estudios, en las Enseñanzas de Régimen General, la distribución del alumnado se mantuvo estable respecto a lo observado en cursos previos. Así, casi un 53 % de los estudiantes se decantó por llevar a cabo su formación en centros públicos frente al 47 % que prefirió hacerlo en un centro de titularidad privada.

La evolución ascendente de la Formación Profesional se debe, sobre todo, al aumento de hombres matriculados

Las cifras totales de matrícula en la Formación Profesional de grado medio y superior, incluidos los nuevos cursos de especialización, sufrieron un ligero descenso en el curso 2022/23. Concretamente, se matricularon 133 personas menos, pero, a pesar de ello, volvieron a superarse los 40.000 estudiantes, tal y como sucedió en la edición anterior.

No obstante, la evolución global de la Formación Profesional en los últimos quince años ha sido claramente ascendente. Esa tendencia se ha producido tanto en hombres como en mujeres, aunque siempre ha predominado el alumnado masculino. En comparación con el curso 2007/08, el número de hombres matriculados creció un 76,4 % frente al 34,8 % de las mujeres.

Por otra parte, en el curso 2022/23, el alumnado de Formación Profesional se repartió de manera equitativa entre los ciclos formativos pertenecientes a familias profesionales vinculadas a profesiones STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) y los que no forman parte de ese ámbito científico-técnico. Sin embargo, dentro de esos grupos, la distribución por sexo fue muy diferente. Mientras que en los estudios STEM la brecha de género fue especialmente acusada y las mujeres supusieron tan sólo un 12 % del total, en el resto de familias profesionales el reparto no fue tan desequilibrado y seis de cada diez matrículas fueron de mujeres. Este fenómeno no es exclusivo del curso 2022/23, sino que se ha dado de manera reiterada a lo largo del tiempo.

Fuente: EUSTAT