La economía interestatal arranca el segundo trimestre del año con nuevos focos de incertidumbre que condicionan la evolución del comercio, la inversión y la confianza empresarial. El «Día de la Liberación» de Trump marca un punto de inflexión: los anuncios de nuevos aranceles se han concretado y empiezan a materializarse en medidas con impacto directo en sectores estratégicos.
Aunque aún es pronto para calibrar sus efectos reales sobre la inflación y el crecimiento económico global, el regreso del proteccionismo comercial vuelve a tensar las relaciones interestatales y añade ruido a un contexto económico ya complejo. En Europa, la situación sigue marcada por una recuperación más débil de lo esperado. Alemania, principal motor industrial del continente, ha anunciado un ambicioso plan de apoyo fiscal, en un intento de reactivar la inversión pública y sostener la demanda interna. A su vez, la Comisión Europea ha puesto sobre la mesa una nueva estrategia de defensa de la industria, tratando de contrarrestar la presión competitiva interestatal. Sin embargo, el impacto de estas medidas sobre el crecimiento aún no se refleja con claridad en los indicadores económicos, que siguen mostrando una dinámica plana o incluso contractiva en algunos sectores.
España mantiene, por el momento, una posición algo más favorable que la media europea. El mercado laboral sigue resistiendo y el consumo interno muestra señales de solidez. No obstante, empiezan a percibirse signos de desaceleración en la industria, especialmente en aquellas ramas más orientadas a la exportación, como consecuencia de la debilidad de la demanda procedente de los principales socios europeos.
En Euskadi, el reciente anuncio de un expediente de regulación de empleo (ERE) por parte de Bridgestone – una de las empresas tractoras del sector de automoción – supone una señal de alerta. El sector, intensamente interestatalizado y dependiente de las cadenas de suministro globales, se ve directamente afectado por las nuevas políticas arancelarias de Estados Unidos, lo que agrava un entorno ya complejo por la transición tecnológica y los desafíos de competitividad.
InformeCoyunturaAbril2025