Fuente: Deusto Business School 

Área de interés: Retos estratégicos

Nuestro observatorio BBK llega hoy al corazón de Bizkaia para entrevistar a Javier Garcinuño de Bilbao Ekintza.

Como siempre, vamos a hacer una retrospectiva. Empezamos mirando al pasado económico social de Bizkaia: qué elementos, momentos históricos, personas… consideras que han sido fundamentales para entender la Bizkaia de hoy en día.

J.G.: Bueno, Bizkaia, tal cual la conocemos ahora nace en lo que yo entiendo el ámbito industrial / empresarial de principios del siglo pasado. Cuando las minas, cuando los bancos, cuando las navieras… cuando se produce la acumulación de capital en el territorio, y cuando empezamos a tener – no al principio pero sí después de que se construyen esas grandes empresas – un nivel de vida, un tejido empresarial y una calidad del empleo distinta.

Yo creo que ese es el origen de lo que ahora vivimos. Excepto que esas empresas ya han desaparecido, esas empresas ya no están entre nosotros, pero probablemente las condiciones laborales, sociales, la conciencia de identidad colectiva que tenemos – algo que probablemente luego trataremos más -, el concierto como herramienta que nos vertebra, que nos permite dar un sentido a la recaudación que entre nosotros generamos… todo eso es lo que ahora mismo constituyen las capacidades que tenemos para trabajar y para desarrollarnos.

El pasado nos hace estar donde estamos ahora. Ahora ya tenemos que construir nuestro futuro, y lo que nos hizo venir hasta donde estamos no nos va a proyectar automáticamente hacia el futuro. Pero es cierto que si paseamos por Bilbao, si paseamos por Bizkaia, estamos viendo el recuerdo de lo que fue el gran Bilbao de principios del siglo pasado.

Precisamente, viniendo al presente, trayendo la mirada al presente, que es lo más relevante que consideras que tenemos entre manos.

J.G.: ¿Entre manos? Bueno, Bilbao tiene grandísimos proyectos ahora mismo. Tenemos un gran proyecto que es Zorrozaurre, donde tenemos más de un millón de metros cuadrados a nuestra disposición, una hora en blanco como la que tiene los poetas cuando escriben un poema.

Tenemos que decidir qué queremos ser. Tenemos que decidir hacia dónde queremos avanzar. Los retos que tiene la sociedad actual ahora mismo tienen que ver con el envejecimiento natural. Es curioso porque, mirando a los últimos 30 años, no crecemos en población. Hemos tenido en los últimos 25 años la llegada de unos 75 mil inmigrantes que se han empadronado entre nosotros, y sin embargo no hemos crecido en número. Esos 75 mil han venido a sustituir a otros que ya no están entre nosotros. Y sin embargo, la población se ha envejecido: el 25% de la población vizcaína tiene más de 65 años.

Tenemos que decidir qué queremos ser. Eso tiene que ver con ser un polo de atracción de talento, tiene que ver con ser una sociedad dinámica, una sociedad divertida, activa empresarialmente. Tenemos que decidir en qué liga jugamos, con quien nos medimos.

Esa es la gran decisión que tenemos y hay un espacio físico en el que se puede realizar todo eso, que es Zorrozaurre.

Consideras que ese sería entonces el proyecto más estratégico que tenemos ahora?

J.G.: Yo creo que es un proyecto para Bilbao, para Bizkaia, para Euskadi. Bilbao si efectivamente tiene que ser el eje empresarial, social, cultural incluso de la zona Atlántica del sur de Europa, Bilbao tiene un espacio donde debe ocurrir todo eso. Y tiene que ver con variables urbanísticas, variables empresariales, culturales incluso, variables sociales.

Bueno, hay unos retos terribles ¿no? Lo hemos hecho bien porque efectivamente viendo lo que es Abandoibarra, y el trabajo que todas las instituciones han desarrollado en ese gran espacio físico donde ahora está el Guggenheim etc, pues hemos sabido unir diferentes voluntades en un proyecto común. Ahora toca desde luego desarrollar en hoja en blanco ese gran proyecto que es Zorrozaurre, la isla de Bilbao.

Contamos con elementos positivos ¿cuáles destacarías? Y entre los negativos, ¿cuáles consideras que son más preocupantes?

J.G.:Entre los positivos, como decía al principio, hemos sido una gran potencia empresarial. La hemos sido. Ahora estamos jugando una liga que tiene que ver con la liga de las ciudades medias europeas. Eso es una categoría que nos inventamos nosotros, la categoría es única, son las de las ciudades. Y nosotros en las de las ciudades medias estamos bien posicionados. Hace poco salía un ranking de atracción de inversión. Estamos bien posicionados. Sin embargo, creo que tenemos que ser muy ambiciosos en los retos, y de aquello que fuimos, de las grandes empresas, nos quedan las personas.

Esas empresas ya desaparecieron. Pero es cierto que tenemos una identidad colectiva, tenemos una estructura administrativa en diferentes niveles que funciona razonablemente bien. Tenemos incluso, yo lo diría, y no pertenezco a la clase política, pero tenemos una clase política en todos los espectros que sabe pactar entre sí. Y viendo como funcionan las cosas en otros sitios, eso es bastante.

En territorios alrededor de nosotros, y diría que, de forma globalizada, sabemos que existen entornos de cambio constante, existen polarizaciones de opciones políticas, y se deslegitima al contrario. Pues tenemos un entorno, tanto empresarial, social, político, donde somos capaces de tomar decisiones por nosotros. Y vamos a poder decidir lo que queremos ser. La cuestión es, efectivamente, afrontar retos que tenemos por delante con una mirada ambiciosa. Esos creo que son los retos.

Los miedos y defectos, yo no los veo tantos. Excepto que tuvimos una época negrísima en nuestra historia, donde el fin justificaba los medios, y donde la vida de las personas estaba por detrás de objetivos de algunos. Esa etapa, gracias a Dios, ha pasado, y ahora podemos afrontar el futuro de otra manera. Incluso creo que en eso hemos sido ejemplo de hacer una transición modélica, pendiente de algunas cosas desde luego.

Javier, dónde crees que deberíamos poner el foco. En impulsar más la economía, en generar más riqueza, más ingresos… o en repartirla mejor y mejorar los niveles de protección social.

J.G.: Bueno, soy de los que piensa que la mejor forma de desarrollar una política social es creando empleo. Ahora mismo estamos en unos rangos de desempleo que están alrededor del 10%, no hemos llegado todavía a los niveles previos a la crisis. Si llegáramos a estar en esa franja de 6 – 7%, personas que no tienen una alta capacitación, una alta formación encontrarían también un empleo digno. Estamos en eso.

Esa es la mejor política social. Crear empleo, tener una situación económica dinámica, que probablemente no sea la que tenemos ahora. Es decir, ese dinamismo que teníamos en el siglo pasado, a principios del sigo pasado, es la que tenemos que desarrollar ahora mismo. Personalmente pienso que nuestra política social es algo que tiene que ver con nuestros valores, con nuestra forma de entender la vida y la política, nadie queda atrás, y todas las personas tienen la vida digna a la que tienen derecho. Y si no es por sus propios medios, la acción pública se lo tiene que proveer.

Pero como digo, la economía es la mejor política social que podemos dar.

Sobre qué te gustaría tener más información, que hubiera más datos.

La construcción del futuro económico de Bizkaia tiene que hacerse de forma coordinada entre la empresa privada y la función pública. Tenemos que trabajar juntos en eso. Cuando desde Bilbao Ekintza, desde el Ayuntamiento de Bilbao, estamos buscando inversiones extranjeras o grandes corporaciones que radiquen en nuestro territorio, cuando estamos diseñando las parcelas de lo que va a ser el futuro Zorrozaurre, cuando estamos decidiendo ciertas cuestiones, tenemos que hacerlo de la mano de las empresas que ya trabajan en nuestro territorio, de la gran industria.

Lo que tiene que ser Bilbao es un lugar donde demos servicio a la gran industria, servicios avanzados para la industria. Evidentemente, no podemos radicar en el centro de una villa, de una ciudad tan maravillosa como Bilbao, no podemos radicar industria que sea contaminante o que sea activa en recursos energéticos… pero sí podemos dar servicios avanzados vinculados a la 4.0 etcétera.

Cuando vayamos a buscar esas grandes corporaciones que radiquen en el territorio, o que desarrollen actividad aquí, tenemos que hacerlo de la mano de ellos. Lo que me gustaría es poder tener una herramienta donde confluya la acción pública y la privada, precisamente para diseñar y co-crear con ellos el espacio que tenemos en Zorrozaurre.

Y por último, Javier, ¿qué estudio de gustaría leer sobre Bizkaia?

J.G.:Me gustaría leer un estudio donde diga que somos un caso de éxito en la creación de empleo y en la redistribución de riqueza entre las personas que viven aquí. Me gustaría que Bizkaia fuera el sitio donde cualquiera persona quiera vivir para desarrollar su carrera profesional, y para desarrollar su carrera una vez terminada su vida laboral.

Ese es el estudio que quiero. Quiero hacer un estudio cuando tenga sesenta y cinco, mirar hacia atrás y decir: “Cómo lo hicieron, qué magia consiguieron”. Ya lo hicimos, y de hecho somos un caso de estudio y un caso de éxito en el ámbito de la regeneración urbanística, y aquí tenemos a Abandoibarra, tenemos Guggenheim. Ahora tenemos el reto de posicionar Bilbao, posicionar Bizkaia, en el siglo XXI como vector de crecimiento del sur de Europa.

Millones de gracias Javier por darnos esta entrevista, por compartir tu perspectiva en el Observatorio BBK Deusto Business School.