El PIB español mantiene un ritmo firme de expansión y alcanza un crecimiento del 3,1 %, frente al 2,8 % del inicio del año. La demanda interna sigue siendo el principal motor, impulsada por el consumo de los hogares (3,4 %) y la formación bruta de capital (5,1 %), con un notable avance de los bienes de equipo (5,4 %) y los productos de la propiedad intelectual (9,8 %).

Los servicios (3,4 %) y la construcción (4,0 %) continúan liderando la expansión, mientras la industria (2,6 %) mantiene un tono más moderado. Este patrón de crecimiento confirma la resiliencia de la economía española, sustentada en la fortaleza de la demanda nacional y la inversión productiva, pese al contexto internacional menos favorable ya explicado.


Fuente: INE